lunes, 9 de noviembre de 2009

13/09/09

Es viejito..bah no tanto, pero lo encontré ahora y tiene cositas que me gustaron, por eso lo publico


Ella naufraga en mares infinitos de ausencias, eternamente buscando ese aire que huela a suyo… vagando en rincones que aparentan propios y están llenos de recovecos de ella. Se esconde a soñar en esos rincones, a jugar y a reír, pero sigue triste soñando que su mundo cambie, y su espacio reine como suyo

Moldea sonrisas con sus manos y las pinta en caras extrañas cada terminar de semana, pinta colores que alegran recovecos de casas ajenas y espacios de otros… ríe hasta que su día termina y otra vez… la tristeza en su rostro queriéndola hacer suya…

Ella sueña mares de papel que no ahoguen, cielos de algodón que acurruquen y flores de colores que roben risas… sueña abrazos inmensos que la guarden para que llore y la abriguen de fríos del alma… sueña reír junto a él, y contagiarle magia y colores

Sueña una risa a su lado, y manos que la tomen… como el día en que se fue, plasmándole esa mirada triste que ya no sabe como borrar.

Le dieron todas las herramientas que DEBE utilizar para no llorar, le explicaron todos los porqués debe sonreír, aprehendió todas las razones por las cuales los locos lloran años de amor… tiene en sus manos toda la perorata necesaria para ser una neurótica corriente que va por la calle… así y todo sigue guardando tristeza en el fondo de sí.

Parece un personaje de cuentos, no de hadas, de cuentos nomás, que vive en otro planeta su mente y hace como que vive acá, su risa esconde un marañal interminable de sentires que muestra de a poquito, su arte trata de expresarte todos sus ánimos, arte de todos colores y sabores probó y de todos tomó un pedazo para construirse, de cada saber que adquirió formo su ser, de cada sonrisa que robó supo construir su risa en los días nublados, de cada beso que arrancó supo saborear el siguiente, de cada abrazo supo abrazar y de cada roce aprendió a percibir.

Aprendió a ser hielo y a ser mar, a que la tomen de sus manos y la hagan bailar, a correr sin limites por un camino desconocido, sin importarle tal condición, y a llevar consigo a las almas tristes. A hacer que de llantos de horror nazcan flores y a ver un brillo en las pinturas más negras… aprendió a llorar hasta de alegría pero nunca a dejar de hacerlo por amor. Aprendió lo tramposo que es el amor y cuan riesgoso es su vicio, aprendió a decirle que no a la pulsión de muerte que se apiadaba de ella mientras lloraba, aprendió a mirar a los ojos al miedo y decirle que no, trató de llevar consigo a ese mundo a quienes amó pero nunca pudo robarles el miedo, nunca pudo acallar su llanto y decir adiós, decir que ya está y que sus ojos ya no lo ven, nunca pudo ni quiso mirar al lado, nunca pudo soltar su mano y decir adiós, simplemente lo vio desaparecer de su vista como fantasmas, o niño que cruza la calle velozmente y ella estática traga su arranca de irle detrás, ella mira desde allí, queriendo soñar una vez más, entregada por completo a su risa, y dejando que el viento la guíe, una vez más…