jueves, 2 de junio de 2011

Ambulantes

El día que nos cruzamos, no intentaba nada. A veces la gente estratifica  a las otras gentes como si fueran etiquetables, no?.. Bueno ante eso respondí.
Hay  quienes ante mi acercar me vistieron de verdes y marrones y me entregaron un instructivo a seguir, quizás bajo las palabras " la gente con potenciales es buen servidor y por ende ven a ser mi exclavo", lástima que no vieron que quien opina por si mismo no quiere un mandato para vivir. Así que rechazé fácil la oferta.
Hubo quién me dio alta perorata de su vida perfectamente ordenada y deseable, (para gente que no tiene un deseo propio, ¡anillo al dedo nomas! ), pero como soy algo indecisa, desprolija e impuntual, sólo sirvió para que desordene rincones y me mande a mudar.
Existen personas que por suerte no saben con que fin nacieron, entonces gastan  su vida en descubrirlo, y por eso fue que ese día nos cruzamos. Porque simplemente no sabemos los porqueces de nada, y humildes a aceptarlo vivimos descubriendo. En ese descubrir no hago más que vivir miles de vidas distintas e interesantes, guardo en mis bolsillos millones de piezas extrañas, tengo en mi memoria innumerables colores sin nombres y me rodea en el cuerpo un sinfín de pilas que empujan a seguir.
Cuando éstas fallan, me encuentro con muchos de vos, chiquitos, grandes, gordos, flacos, en nene y en nena. Muchas gentes que viven descubriendo. Así como vos, que te encontrás con migo y elegís quedarte.
Sin duda vinimos a descubrirnos.