jueves, 22 de enero de 2009


"Este shampoo no hace llorar"- exclamó la niña en su tono inocente y tiernamente infantil, que fácil es para ella borrar o hacer brotar una lágrima de niño que exclaman amor, que se curan con mimos todas y cada una de ellas, lagrimas fingidas que buscan abrazos y se apagan mágicamente con un dedo.
Llantos ruidosos con soluciones tranquilas y sencillas, lágrimas abundantes que en escaso tiempo son reemplazadas por un estallar espóntaneo de risas que lo curan todo...
...lágrimas suaves e inocentes que perdemos al crecer...
...risas sanadoras que se apagan con el tiempo...
"Este shampoo no te hace llorar"- sonrío, veo su rostro sonriente, le creo, hay algo en este mundo que estoy segura no me hará llorar, y mejor aún creo que aún tengo guardadas mis risas sanadoras con sus lágrimas suaves de nena chiquita.

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